El euro no puede mantenerse subiendo y cayó. Los inversionistas esperaron que la economía alemana mejorara, pero esto no ocurrió, y solo la perspectiva de reducir la política monetaria alrededor del mundo limitó el declive. En las últimas semanas, los mercados de divisas han estado particularmente calmados ya que los inversionistas se han centrado en las publicaciones de datos económicos para decidir cuándo y en qué medida los bancos centrales estimularán sus economías. Según los informes del Deutsche Bank, la volatilidad en los mercados de divisas ha disminuido considerablemente en las últimas semanas. Se espera que la Fed reduzca las tasas en julio, pero el dólar no tiene miedo, el índice del dólar frente a las principales monedas subió un 0,1% a 97,035 puntos, lo que es lo suficientemente lejos de los mínimos de junio de 95,843 puntos. Queda por esperar la revisión de la confianza empresarial en Alemania y los datos sobre las ventas minoristas en los Estados Unidos.

El yen perdió 0.1%, al caer a 108.05 yenes por dólar. Recordemos que el estadounidense alcanzó un alza de seis semanas de 108,990 yenes la semana pasada pero cayó después de que el jefe de la Fed Jerome Powell preparó el terreno para un recorte de la tasa a final de este mes, destacando la incertidumbre enfrentada por la economía más grande del mundo. El dólar neozelandés subió 0.2% a 0.6729 dólares, ayudado por los fuertes datos de inflación. El franco suizo, que siempre es visto como un activo seguro, se benefició de las preocupaciones sobre la economía de la eurozona y subió ligeramente a 1.1077 francos por euros, cerca a un alza de dos años de 1.1057 francos en junio.